Un nuevo escándalo irrumpe en el mundo del modelaje venezolano. Este viernes 23 de abril el fiscal general de la República, Tarek William Saab, informó la detención en el aeropuerto internacional de Maiquetía de la nutricionista Jenny Lorena Rosales, directora de la agencia de modelos Sambil Model, acusada de presuntamente captar a mujeres para someterlas a explotación sexual.

Según el máximo representante del Ministerio Público, Rosales captaba a las jóvenes de la agencia Sambil Model para su explotación sexual al servicio de la banda del Negro Fabio en El Callao, estado Bolívar.

Este caso se une a otros hechos similares donde han estado vinculados este tipo de centros de banalización de la belleza, como el ocurrido en septiembre de 2019 cuando tres directivos de la Academia de Modelaje Belankazar, ubicada en Caracas, fueron detenidos por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), por utilizar a menores de edad como objeto de pornografía infantil.

Familiares de las víctimas denunciaron que sus hijas fueron utilizadas para realizarles fotos y videos –sin su consentimiento- cuyo material fue a dar a redes vinculadas con la pornografía infantil, previo cobro en dólares.

“Algunos videos y fotos fueron publicados sin la aprobación de los representantes. Además, no teníamos conocimiento de la sesión privada de la página y el cobro en divisas de la academia. Ninguna de las familias se lucró de la actividad”, expresa el comunicado suscrito por un grupo de representantes y difundido tras destaparse la olla podrida que se escondía tras las bambalinas de la agencia con sede en el sector de Sabana Grande.

Por este caso quedaron detenidos Hernán Pereira Tello, director general de la academia; Alexander Mauricio Velásquez Corredor, quien ejercía como director ejecutivo, y Belkis Alida Pereira Contreras, quien cumplía funciones como directora administrativa.

Otro escándalo que sacudió el mundo de las pasarelas fueron las acusaciones vertidas contra la Organización Miss Venezuela en el año 2018, cuando era presidida por el llamado “Zar de la Belleza”, Osmel Sousa, a quien se lo acusó –junto con otros miembros de la Organización- de presionar a las concursantes para que sirvieran de “damas de compañía” a altos ejecutivos, empresarios, políticos, entre otros. A Sousa también se le señaló de ser el intermediario entre las misses y este tipo de hombres, además de recibir pago por ello.

El llamado magno evento de la “belleza venezolana” desde siempre ha estado vinculado al ofrecimiento de “favores sexuales” de las candidatas a cambio de patrocinantes, solo que en esta oportunidad varias de las exparticipantes aseguraron haber sido presionadas a ejecutar este tipo de actividades ilícitas.

(LaIguana.TV)