El doctor en filosofía política y comunicador venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela, en su espacio Desde Donde Sea, transmitido por LaIguana.TV, conversó sobre las consecuencias que a nivel mundial han ocasionado los gases con efecto invernadero.  

“Ahora vamos, por favor, a hablar un poco, según el informe de las Naciones Unidas, de los gases de invernadero. Las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero siguieron aumentando en 2019 y en 2020. Las fracciones molares de dióxido de carbono (CO2) promediadas a nivel mundial, ya han superado las 410 partes por millón y si la concentración de CO2 sigue el mismo patrón que en años anteriores podría alcanzar o superar las 414 partes por millón (ppm) en 2021”, advirtió el analista.

“Además la desaceleración económica deprimió temporalmente las nuevas emisiones de gases de efecto invernadero, según el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, pero no tuvo un impacto perceptible en las concentraciones atmosféricas”, agregó.

En ese sentido, Pérez Pirela recordó que al inicio de la pandemia con la cuarentena a nivel planetario “muchos pensaron y creyeron que una solución al calentamiento global, una solución cuasimágica al calentamiento global sería el hecho mismo de la llegada de la covid-19 y nada más lejos de la realidad”.

“Yo no sé si ustedes recuerdan que al inicio de la pandemia comenzaron a salir los animales y los peces y las ballenas y los delfines y los monos, y todo el mundo decía de alguna forma la covid-19 está ayudando al planeta, y no”, reiteró el comunicador.  

Pérez Pirela expresó que otro tema tomado en consideración por la ONU es el océano, “que absorbe alrededor del 23% de las emisiones anuales de CO2, antropogénico a la atmósfera y actúa como amortiguador contra el cambio climático, sin embargo el CO2 actúa con el agua del mar reduciendo su PH y provocando la acidificación del agua”.

“Esto, a su vez, reduce su capacidad para absorber CO2 de la atmósfera, la acidificación y desoxigenación de los océanos ha continuado afectado los ecosistemas, la vida marítima y la pesca y la ONU pone el dedo sobre el tema de los océanos. Otro elemento fundamental, es el calor e incendios forestales”, precisó.

Asimismo, desatacó que: “En Estados Unidos los incendios más grandes  jamás registrados ocurrieron a fines del verano y otoño, la sequía generaliza contribuyó a los incendios y de julio a septiembre, fueron los más calurosos y secos registrados en el suroeste. El Valle de la muerte en California alcanzó 54.4 grados centígrados el 16 de agosto, la temperatura más alta conocida en el mundo, en al menos, los últimos 80 años”.

(LaIguana.TV)