Las delegaciones del Gobierno de Colombia y del Estado Mayor Central (EMC) de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron que el 8 de octubre instalarán la mesa de diálogo en la región colombiana de Catatumbo.

La información se ofreció en una rueda de prensa conjunta, realizada este martes en el municipio de Suárez, en el departamento del Cauca, en el suroccidente del país.

En este encuentro participan miembros de las extintas FARC, liderados por el jefe negociador, ‘Andrey Avendaño’, y representantes del Gobierno entre los que se encuentran el alto comisionado para la Paz, Iván Danilo Rueda, y Camilo González Posso, quien está al frente de esa delegación.

Asimismo, están miembros de la comunidad internacional, de la Conferencia Episcopal, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Fuerza Pública.

Previamente, el EMC notificó que liberará a tres soldados y a tres miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que tiene en su poder. La reunión entre las partes comenzó el pasado domingo.

Los pasos previos

El Gobierno colombiano y las llamadas disidencias de ‘Iván Mordisco’ anunciaron en julio pasado su voluntad de sentarse a la mesa de diálogo. Sin embargo, en mayo fue suspendido el cese al fuego que se había pactado con el Ejecutivo tras el ajusticiamiento de varios menores indígenas en el departamento de Putumayo.

En abril pasado, en un acto en una zona rural en los llanos del Yarí (Caquetá), al que asistieron unas 6.000 personas, los miembros del EMC manifestaron su intención de plegarse a la propuesta de ‘paz total’ de Gustavo Petro y sellaron simbólicamente su voluntad de dejar las armas.

Este sector de las disidencias de las FARC no se plegó al Acuerdo de Paz de 2016 –por lo que no abandonó el proceso de diálogo que devino en la desmovilización de ese grupo guerrillero– y posee el estatus político para negociar con el Gobierno.

(RT)