Para 1822, Nueva Granada y Venezuela, ya no eran colonias españolas. Simón Bolívar y Antonio José de Sucre liberaron Quito con las batallas de Bomboná y Pichincha. Argentina y Chile ya eran independientes y Perú, tras la batalla de Ayacucho, pasó a formar parte de la América Libre. Por fin, Bolívar acariciaba un sueño largamente guardado desde 1815 en su carta de Jamaica: la creación de  una confederación de estados americanos que tendría por capital Panamá, pero antes, como ahora, la visión no pudo cumplirse, debido a rivalidades entre los diferentes gobiernos americanos y las ambiciones políticas de sus representantes.

A las nuevas generaciones, sin importar el líder de turno, esto es una pugna histórica: la unión de los países del sur, es el mayor temor de quienes codician todo lo que yace en el suelo de América Latina, por ello hacen todo lo posible para que no se consoliden en términos de libertad, soberanía o distribución equitativa de sus riquezas.

Los quiénes son relatados por Naile Manjarrés en esta entrega de Entre Líneas.

Venezuela: 20 años en el ojo del huracán

Desde la Independencia y tras años de una inercia que deparaba en una constante: el olvido, Venezuela se convirtió en el único país de América que tiene el proyecto bolivariano como hoja de ruta en su constitución desde 1999. En Venezuela, todas las acciones trascendentes, están sujetas a preservar la unión entre los países soberanos de América.

La apuesta de Venezuela jamás ha sido oponerse a los EEUU sólo por contrariar, sino proponer alternativas que favorecieran más al resto de los países de América, en conjunto. De ahí, el nacimiento en 2004 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la propuesta de retiro de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el grupo de los 3, argumentando, que estos organismos reproducen las políticas de libre mercado cuyos Tratados de Libre Comercio (TLC) perjudicaban y afectan seriamente a largo plazo las economías de la región.

Eso ocurrió en 2005, desde entonces, el poco o nulo desarrollo de los países que han accedido a la firma de un TLC con EEUU pueden dar cuenta de esta proyección hecha realidad.

¿Qué ofrecen quienes se oponen a Venezuela en el continente?

Quien se opone férreamente al proyecto bolivariano, no cuenta con la misma capacidad de propuesta e inventiva. No da pie con bola en sus intentos de crear una coalición o alianza que perdure y trascienda, para muestra el Grupo de Lima, creado en 2017, con el único objetivo de cambiar el gobierno de Venezuela y con el retroceso como única apuesta.

Quienes se oponen a la unidad cuentan con Luis Almagro, Secretario general de la OEA; Michelle Bachelet, Alta Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, y Lenín Moreno, Presidente de Ecuador. Todos con intereses ambivalentes o curiosamente recalcitrantes. Toda una cátedra de oportunismo, traición y decadencia.

(LaIguana.TV)