Según Juan González, director de Asuntos del Hemisferio Occidental de la Casa Blanca, el gobierno del presidente Nicolás Maduro sería insincero al proponer el intercambio de diésel por alimentos y, en su lugar, estaría utilizándolo para causar sufrimiento al pueblo venezolano, en favor de un aliado regional.

«Con la propuesta de hacer intercambio de diésel, ellos lo tratan de pintar como una situación humanitaria, pero ellos guardan el diésel para el Ejército y se lo dan a Cuba y dejan que el pueblo sufra, con tal de ayudar a su argumento internacional. Entendemos muy bien lo que está pasando», dijo González en una entrevista con medios gringos, sin ahondar en detalles que le otorgaran alguna verosimilitud a la acusación.

Este «argumento internacional» al que alude, se refiere a los efectos de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos denunciados por Caracas reiteradas veces ante distintos organismos multilaterales.

En ese sentido, el funcionario aseguró que la administración Biden no está «apurada por levantar las sanciones» y que él ha sido malinterpretado cuando ha declarado que el recién estrenado gobierno estadounidense está estudiándolas, pues con ello no se pretende levantarlas, sino hacerlas más eficaces.

«Nos vamos a asegurar que las sanciones sean eficaces, sean multilaterales, para que tengan el fin que nosotros buscamos. Las sanciones no son una estrategia, son una táctica que debe formar parte de una estrategia mucho más amplia», detalló.

Destacó, asimismo, que una diferencia de esta administración con su antecesora es que ellos no pretendían «promover el sufrimiento del pueblo venezolano con el fin de [provocar] un estallido social» y que las sanciones, a contrapelo de lo que sostiene el gobierno de Venezuela, sí permiten la adquisición de alimentos y medicinas.

«Estamos siempre enfocados en la cuestión humanitaria en el país. Eso tiene que ser el centro de la política, porque nunca debemos provocar nosotros el sufrimiento, pero tenemos muy consciente que es Maduro el autor del sufrimiento del pueblo venezolano», insistió.

Empero, por encima de la versión que pretende posicionar el director de Asuntos del Hemisferio Occidental de la Casa Blanca, informes elaborados por expertos independientes como Alfred de Zayas o por la relatora especial de las Naciones Unidas, Alena Douhan, han demostrado, más allá de toda duda razonable, que las medidas coercitivas unilaterales son la causa fundamental tras el deterioro de la economía venezolana y que han ocasionado el sufrimiento de millones de venezolanos.

De otra parte, adelantó que Washington se enfocará en promover una alianza internacional que conduzca a un cambio de régimen en Venezuela, puesto que, de acuerdo con el gobierno demócrata «la salida de Nicolás Maduro, no resuelve los problemas de Venezuela», en virtud de que el sistema político venezolano «está diseñado para mantener una red criminal que se está enriqueciendo».

La estrategia que aparentemente planea poner en marcha la Casa Blanca pasa por un proceso de negociación en el que participarían también Rusia y China, países a los que acusó de estar «implicados en el sufrimiento del pueblo venezolano».

«Las negociaciones no son que los dos lados quieren el mismo fin, sino que cuáles son las condiciones que llevarían a una apertura democrática en Venezuela y la pieza clave es la presión internacional, pero también una ruta clara de salida, que es negociada y que tiene que llevar a resultados democráticos», concluyó.

(LaIguana.TV)