Hannah Gutiérrez-Reed, jefa de armas en el rodaje del ‘western’ Rust, negó tener responsabilidad alguna en el incidente en el que perdió la vida la directora de fotografía Halyna Hutchins, por causa de un disparo accidental que le propinó el actor Alec Baldwin.

En un comunicado difundido por sus abogados, Gutiérrez-Reed envió «su más profundo y sincero pésame a la familia y los amigos de Halyna», elevó sus votos «para una rápida recuperación» del director de la película, Joel Souza y aseguró que estaba «devastada y completamente fuera de sí» por causa del terrible suceso.

En el documento se destaca que para la experta, «la seguridad es la prioridad número uno» en el plató, se subraya que «en última instancia, el rodaje nunca se habría visto comprometido si no se hubiera introducido munición real» y se afirma que «no tiene ni idea de dónde salieron las balas reales», puesto que ni ella ni el maestro armero «nunca» presenciaron «que nadie disparara balas reales con estas armas y tampoco lo permitiría».

Según sus representantes legales, en toda su trayectoria, Gutiérrez-Reed, antes del accidente que acabó con la vida de Hutchins «nunca había tenido una descarga accidental» en un set, aunque, matizaron, que al haber sido contratada para ejercer dos funciones distintas en la película se le «hizo muy difícil concentrarse en su trabajo como armadora».

Este hecho, aunado a la convergencia de «varios factores, incluyendo la falta de reuniones de seguridad», habrían hecho que el espacio de producción «se volviera inseguro», alegaron los letrados. En su decir, este marco libera de «culpa» a la jefa de armas.

De acuerdo con reseñas de medios especializados en la fuente de espectáculos, el comunicado se haría eco de las declaraciones ofrecidas por otros miembros del equipo técnico de la cinta, en las que se aseguró que el set no era seguro.

Además, la mayoría coincidió que si había un responsable de la tragedia, ese era el asistente de dirección, Dave Halls, quien ya ha estado involucrado en otros incidentes relacionados con rodajes «poco seguros».

La ruta de la pistola antes del balazo mortal

Cuando se le preguntó por lo sucedido, Halls dijo a la Policía que le había pedido a  Gutiérrez-Reed que le mostrara el arma, antes de pasársela a Baldwin para el ensayo de la escena.

«Revisé el cañón en busca de obstrucciones. La mayoría de las veces no hay fuego real. Ella –Hannah Gutiérrez Reed– abrió la escotilla e hizo girar el tambor, y yo digo: ‘pistola fría en el set'», refirió a las autoridades. En pocas palabras, aseguró a quienes estaban en el set de grabación que la pistola era segura y no tenía municiones reales.

Bajo juramento, el asistente de dirección aseguró que cuando la jefa de armas le mostró el arma, justo antes de continuar con el ensayo y tras una pausa para almorzar, solamente vio tres cartuchos. Confesó, asimismo, que era su obligación verificarlos todos –cosa que no hizo– y además admitió que no recordaba si la armera había girado el tambor.

También relató que en cuanto se produjo el fatal disparo, recuperó el arma de un banco en el set de grabación y se la llevó a Gutiérrez-Reed para que revisara qué había dentro.

Siempre siguiendo su versión, se toparon con cuatro balas falsas –tienen un agujero en el costado que las distingue de las verdaderas– y otra más sin el agujero, si bien luego comprobaron que este último cartucho estaba vacío, lo que en su criterio descarta cualquier posibilidad de que el homicidio de Hutchins haya sido la consecuencia de una acción deliberada.

(LaIguana.TV)