Las distintas aristas que dan cuenta del cerco que se impone sobre abstencionismo insurreccional de Juan Guaidó, fue el tema analizado por Miguel Ángel Pérez Pirela en la edición 159 de su programa Desde Donde Sea.

A este respecto, Pérez Pirela desmenuzó críticamente el más reciente resultado de las negociaciones entre el sector democrático de la oposición y el Gobierno Bolivariano anunciado hoy por el Vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez: el indulto presidencial concedido a 110 actores políticos de la derecha, incluyendo a 23 diputados nacionales principales y 4 suplentes.

Seguidamente, citó extensamente el artículo de la periodista Taynem Hernández en La Iguana.TV, que lleva por título: «Extensión del lapso de postulaciones: Partidos están en pleno movimiento», en el cual se analizan los reacomodos y negociaciones dentro de los bloques políticos, de cara a las elecciones parlamentarias.

El tercer aspecto considerado por el experto en su disertación fueron los agrios reclamos que recibió Juan Guaidó por parte de María Corina Machado y Henrique Capriles Radonski, que aunque distintos en fondo y propósito, dan cuenta del creciente aislacionismo al que se enfrentan el todavía diputado derechista y quienes le secundan en la tesis abstencionista, carente de propósito político y orientada a fines estrictamente crematísticos ligados a ese grupo.

Para cerrar el círculo, comentó el rol de los Estados Unidos en este contexto, toda vez que el fracaso de Guaidó impacta negativamente en las pretensiones de Donald Trump para permanecer cuatro años más en la Casa Blanca.

El indulto presidencial: entre el dolor de las víctimas y la apuesta estratégica por la paz

Pérez Pirela reconoció que la noticia del indulto a quienes fueron protagonistas de funestos eventos que costaron la vida de decenas de venezolanos y sumieron en terror, zozobra y muerte durante meses a muchos más, » le cayó como un balde de agua fría a la base chavista», pues las mal llamadas guarimbas, léase, actos continuados de terrorismo, suponen todavía una herida abierta en amplios sectores de la sociedad venezolana.

Recordó, asimismo, que entre los hoy perdonados no solamente están los líderes de las guarimbas, sino también personajes que han dirigido o protagonizado intentos de invasión armada contra su propio país, un intento de magnicidio en contra del presidente Nicolás Maduro, de los jefes de tres de los cuatro poderes públicos restantes, el alto mando militar y el alto mando político del gobierno, amén de haber recibido el apoyo de Estados Unidos para ejecutar una incursión paramilitar con exmarines desde Colombia.

Así las cosas, es apenas natural que en la base chavista, «que ha sido víctima de excepción de los asesinatos, el bloqueo económico, de las sanciones» y de todas las restantes acciones lesivas emprendidas por estos actores en su afán de derrocar a Nicolás Maduro, el indulto produzca acaso desconcierto, cuando no, abierto rechazo.

Empero, para el analista, esta decisión se inscribe dentro de la estrategia adelantada por el presidente Nicolás Maduro, con la cual se pretende aislar a la oposición golpista, violenta y entreguista y es el fruto de las conversaciones sostenidas entre el ala democrática de la oposición, dispuesta a medirse en un proceso electoral y a dirimir las diferencias a través de los mecanismos constitucionalmente establecidos, y el gobierno nacional.

En su criterio, sin embargo, la noticia del perdón presidencial otorgado a agentes extremistas, no solamente le cayó «como balde de agua fría» a la base chavista que clama justicia por los crímenes que cometieron, sino también a la línea abstencionista defendida por Juan Guaidó, Leopoldo López y Julio Borges, entre otros.

Considera que esto sucedió gracias a que «todas las promesas incumplidas» de Guaidó, se han traducido en frustraciones y han encajonado a la oposición en una suerte de callejón sin salida, del que hoy pretenden escapar, por la vía electoral, algunos actores relevantes dentro de ese bloque, como Vicente Díaz, Stalin González y Henrique Capriles Radonski.

Particularmente, los nombres de Stalin González y Henrique Capriles Radonski, resuenan alto, en virtud de que el primero es el representante de Manuel Rosales, líder de Un Nuevo Tiempo, partido constitutivo del G4 –la principal alianza política con la que contaba Guaidó– y además ejerció labores como vicepresidente del parlamento durante el período en que Juan Guaidó lo presidía; mientras que el segundo es un excandidato presidencial.

Por lo tanto, el también director de La Iguana.TV opina que «este juego de manos, esta decisión presidencial, puede terminar de romper a la ya muy quebrada oposición».

Algunos nombres y sus previsibles reacciones

Si bien el indulto contiene 110 nombres, ciertamente la lista está conformada por actores políticos de distinto nivel y relevancia. Por ello, Miguel Ángel Pérez Pirela mencionó que en ella aparecen nombres como Freddy Guevara, Tomás Guanipa, Miguel Pizarro, Freddy Superlano, Juan Pablo Guanipa, Gilber Caro o Renzo Prieto.

Estos personajes, protagonistas indubitables de acciones de baja laya contra el país y contra sus propios compatriotas, una vez difundida la noticia del indulto reaccionaron de manera «grosera, prepotente, virulenta» y provocadora para el ala chavista, pero, como acotó el experto, su reacción es perfectamente previsible, toda vez que la oposición se hizo del control de la Asamblea Nacional en 2015 sobre la base de engaños al pueblo –como el de la última cola, aunque ellos fueron responsables y cómplices de la guerra económica interna con la que se pretendió entonces deponer a Maduro– y postulando a personas desconocidas en el escenario político, que ahora solamente se dedican a hacer negocios, valiéndose de su condición de opositores.

Por ello, diputados como Richard Blanco, cuyo liderazgo y representatividad puso bajo sospecha, espetó en Twitter: «Indulta quien tiene legitimidad. Se indulta a quien es culpable. Yo no he cometido delito alguno. Mi vida la he entregado siempre al servicio y trabajo; por el bien de Venezuela. Lo único que deseo es la libertad plena de mi patria. Eso se logra con el cese de la usurpación».

Mariela Magallanes, otra de las diputadas cuya trayectoria es desconocida, escribió un mensaje en el mismo tenor: «Ni Maduro es presidente ni en Venezuela hay estado de Derecho. Por tanto, su supuesto indulto no tiene ningún valor. Nuestra lucha es por la libertad para dejar de ser rehenes de una tiranía criminal».

Una opinión análoga expresó Juan Pablo Guanipa: «Maduro, un verdugo que ha destruido la institucionalidad, finge clemencia en su desesperación para salvar su farsa del 6D. Usted no tiene autoridad para perdonar a nadie. Pídale perdón a Dios por el daño que ha hecho y termine de irse largo pa’l carajo. ¡Venezuela va a ser libre!».

Juan Pablo Guanipa, rememoró Pérez Pirela, reemplaza a Humberto Calderón Berti como representante del Proyecto Guaidó en Bogotá, luego de que el dirigente copeyano denunciara los múltiples actos de corrupción cometidos por el grupo en pocos meses, incluyendo el despojo de la empresa Monómeros y el manejo turbio de fondos presuntamente destinados para la ayuda humanitaria.

Además, continuó, es hermano de otro dirigente derechista también indultado, Tomás Guanipa, quien a pesar de haber resultado electo gobernador del estado Zulia, no asumió el cargo.

Américo De Grazia, otro de los beneficiados por la medida, se ciñó al guión y también se refirió al indulto con fingida ofensa: «Indulto o insulto: ni Maduro es presidente, ni yo soy delincuente. Si  Ud quiere contribuir a la paz de Venezuela indulte al país de la usurpación del poder, renuncie a la ocupación fáctica de la tragedia que ha sometido a nuestro pueblo y quizás así tengamos algo que agradecerle».

«Yo creo que la jugada fue buena. Lo digo con mucha sinceridad. La jugada va a quebrar aún más a la oposición y les va a quitar las excusas. Si no quieren participar y si no aceptan el indulto es porque tienen otro plan que ya nos sabemos de memoria», reflexionó el comunicador, quien considera que «salen con eso –los insultos y el aire pretendidamente ofendido– porque no quieren ir a elecciones».

Antes bien, denuncia, su propósito es «raspar la olla» porque «Juan Guaidó es ta muerto político» que hasta Stalin González y Henrique Capriles Radonski, hasta ahora, dos de sus aliados internos más relevantes, hoy se deslindan, por lo que pronostica que «estos ladrones de cuello blanco que tienen casi dos años robando a Venezuela, van a quedar aislados».

En el mismo orden de ideas, matizó una afirmación del ministro Rodríguez, quien asegurara hoy que «la medida busca la reconciliación nacional». En su criterio, eso solamente es cierto si se refiere al sector democrático, que apuesta por acudir a elecciones democráticas y resolver los problemas del país por esa vía, porque «esa banda de golpistas, de entreguistas», de cipayos de Donald Trump ofrecieron justamente la respuesta que de ellos se esperaba: la que apunta hacia un «plan B», es decir, hacia la agenda antidemocrática que les es consustancial.

Adicionalmente mencionó que quienes hoy recibieron el indulto presidencial, no tendrán ninguna limitación que les impida participar en las elecciones de diciembre. Los tribunales y las autoridades pondrán perentoriamente en libertad a los beneficiarios y el cumplimiento de la medida estará bajo la supervisión de la Vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez y de los ministros de Interior y Justicia, Néstor Reverol y de Asuntos Penitenciarios, Iris Valera.

Extensiones en el período de postulaciones: articulación de candidaturas y espacio para los resultados de la negociación

En la siguiente sección del programa, Pérez Pirela citó fragmentos del artículo de la periodista Taynem Hernández relativo a la extensión del lapso de postulaciones para las elecciones del 6 de diciembre.

A ese respecto, refirió en primer término que Hernández inicia su texto precisando que «El próximo viernes 4 de septiembre, cuando se cierre el lapso de postulaciones, se habrán cumplido 28 días desde que se inició la inscripción de candidatos para las elecciones legislativas del seis de diciembre.

Las dos extensiones al período inicial, aprobadas hasta ahora por el Consejo Nacional Electoral (CNE) a solicitud de organizaciones políticas, muestran la intensidad de la dinámica partidista en torno a las postulaciones. Negociaciones, fracturas y actuaciones judiciales forman parte de las acciones conocidas públicamente en estos días, entre las cuales, según aseguran voceros opositores, están también algunos eventos no electorales».

En relación con el último punto, Taynem Hernández destaca cuatro aspectos que han signado el tira-y-encoge de las postulaciones en ambas aceras de la política local: 1) La conformación no definitiva de las candidaturas del Polo Patriótico, sin una fracción del partido Patria Para Todos (PPT) y con la ausencia del Partido Comunista de Venezuela ; 2) Negativa del partido Soluciones, liderado por Claudio Fermín, a acudir a los comicios como parte de alguna alianza; 3) Participación de Eduardo Fernández, dirigente político histórico  de la oposición; 4) Las «señales» de Henrique Capriles Radonski, que hacen pensar que el sector que le acompaña, acudirá a la justa electoral.

Asimismo, la periodista hizo particular énfasis en la reunión virtual que sostuviera el Partido Socialista Unido de Venezuela, con la conducción del presidente Maduro y de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional Constituyente y una de las figuras clave dentro de las filas del chavismo.

En su intervención, el Jefe de Estado advirtió que «del éxito de esta elección depende el futuro», mientras que Cabello dijo: «No es tiempo de división y conspiración, vamos en una fórmula unitaria con los partidos», dijo Cabello.

Por otro lado, el PCV, una fracción del PPT y otros partidos de izquierda, inscribieron sus candidatos en un bloque denominado Alternativa Popular Revolucionaria, pese a que hay representantes del PPT dialogando con el PSUV.

En relación con la postura de Claudio Fermín, el analista destacó que «ha tenido una voz cantante en este proceso» y también «en su oposición férrea a aquellos que piden invasión» para derrocar a Maduro.

Finalmente, Hernández, quien ofrece una «visión satelital de las postulaciones», remata con una conclusión que habrá que tener en cuenta en las venideras semanas: «Más allá del oportunismo o necesidad de sobrevivencia que motivarían a algunos factores extremistas a participar, los movimientos reflejan la disposición de amplios sectores por buscar salidas pacíficas y electorales a la crisis política que vive el país».

La trifulca intestina dentro del extremismo opositor: María Corina y Capriles contra Guaidó

El pasado fin de semana, la dirigente extremista, María Corina Machado, se valió de una larga misiva para echarle en cara a Juan Guaidó un inventario pormenorizado de sus fracasos.

Entre otras perlas, Machado le cuestionó a Guaidó, el no haber cumplido con el propósito que se le encomendó: derrocar a Nicolás Maduro, a lo que suma el fiasco de la ayuda humanitaria, la implosión de la Asamblea Nacional y el no concretar la invasión a Venezuela.

Además, la líder de la organización derechista Vente Venezuela, abordó «un tema fundamental», señaló Pérez Pirela: cuando Juan Guaidó se autoproclamó, 60 países –autodenominados «la comunidad internacional»– le respaldaron, mas tras esta sucesión de fracasos, la lista se fue reduciendo a tal punto que, hace pocos días, los países que efectivamente le apoyaban acaso alcanzaban la decena, ello según lo publicado por el pseudocanciller Julio Borges en Twitter.

A María Corina le hizo frente Fabiana Rosales, esposa del autoproclamado, quien en su cuenta de Twitter llamó a la política «mezquina» y «egoísta».

Por su lado, Henrique Capriles Radonski también publicó una carta en sus redes sociales, cuestionando la falta de efectividad del aún parlamentario y criticándole por pretender imponer una unidad a sangre y fuego, con base en una estrategia probadamente fallida: la abstención.

Por si fuera poco, también acusó a su hasta ahora aliado de hacer política con base en la fantasía y de promover sanciones que solamente se traducían en sufrimiento para el pueblo venezolano, sin que condujeran al objetivo político por ellos aspirado: lograr la salida de Nicolás Maduro del poder.

Otra más que se deslindó de Guaidó fue la gobernadora de Táchira, Laidy Gómez, perteneciente a las filas de Acción Democrática. A las claras, dijo que «la abstención no es la solución» para los problemas del país.

Del lado de la oposición democrática, el dirigente Enrique Ochoa Antich celebró que «algunos estén abandonando el discurso extremismo» y advirtió que apelar «a la invasión para derrocar a Maduro, que cuenta con apoyo de los militares y una parte de la población», implica «cambiar un conflicto por otro». «La abstención es la nada», añadió.

El rol de Estados Unidos

El desmoronamiento del apoyo a Juan Guaidó dentro de sus propias filas, ha causado preocupación dentro de la administración Trump. Por ello, relató Miguel Ángel Pérez Pirela, el encargado de negocios de la embajada «virtual» de Estados Unidos en Venezuela, James Story, dijo que su gobierno «ponía todas las esperanzas en el apoyo a Juan Guaidó» y acusó a los opositores que quieren participar en las elecciones parlamentarias de «venderse barato».

Además, Story recordó que el 31 de marzo la Casa Blanca lanzó un ultimátum para iniciar la transición en Venezuela y «tienen tres meses esperando una respuesta digna».

Pérez Pirela considera que Trump y su gobierno «fueron los grandes estafados» por parte de Leopoldo López y parte de las dificultades electorales que hoy debe enfrentar en Florida, se deben a la rabia de los mayameros por no «haber hecho nada» para derrocar a Maduro. Más precisamente, le demandan haber fallado en todas las acciones que en ese sentido emprendió.

Sobre este punto, el experto recordó que para llevar a cabo exitosamente planes como magnicidios e invasiones, hay que contar con liderazgos de un talante muy distinto al que tiene Juan Guaidó y para ilustrar su punto, recordó quiénes fueron los líderes que le hicieron frente al nazismo en Europa durante la Segunda Guerra Mundial: Stalin, Churchill y Roosevelt.

Siendo Guaidó la persona a cargo de manejar esos planes, es, por tanto, imposible que estos hayan tenido éxito.

«El primero que está fúrico con Juan Guaidó es Donald Trump», porque tiene las elecciones complicadas y Venezuela era la baza que pretendía mostrar. «Hicieron de todo y no lograron su cometido»: derrocar a Maduro, remató el analista.

(LaIguana.TV)