El pasado domingo 19 de enero, el autoproclamado “presidente encargado”, Juan Guaidó, salió de manera clandestina del país -burlando una medida cautelar-, en una supuesta gira internacional para consolidar apoyos que le permitan seguir conspirando contra de Venezuela.

 

Hoy, 15 días después, aunque aún no toca suelo venezolano, los resultados de su “paseadera” han sido un estrepitoso fracaso en cada uno de los puntos a donde ha arribado. Su periplo comenzó en Colombia, prosiguió por Bélgica, Reino Unido, Suiza, Francia, España, Canadá y concluye en Estados Unidos.

 

El primer país que visitó fue Colombia, donde recibió honores de jefe de Estado y sostuvo conversaciones con el presidente Iván Duque y varios de los integrantes de su régimen. Según reseñaron medios de comunicación de ese país, conversaron sobre temas migratorios y sobre la búsqueda de salidas a la supuesta crisis que se vive en Venezuela. A pesar de ello, en el país vecino la cosa no tuvo mayor trascendencia.

 

La “bofetada” más contundente la recibió en España, cuando el gobierno presidido por Pedro Sánchez, quien en principio lo reconoció como “autoproclamado”, ahora le hizo el feo y lo ignoró.

 

«Este personaje, Guaidó, está recibiendo, en el caso de España, una respuesta que hay que tener muy en cuenta, porque fue una respuesta digna de parte de Sánchez y que tiene que ver con que el Gobierno respetó también la opinión de la coalición de Podemos (izquierda), de parte de Pablo Iglesias (vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030)», aseguró en una entrevista el analista internacional Ernesto Wong.

 

Por otra parte, el autor intelectual de esta “gira”, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, también se le “volteó” y se negó a recibirlo, con lo cual su “jefe” le manda un claro mensaje de que no está de acuerdo con su desempeño por los nulos resultados obtenidos en su estrategia del “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres”.

 

Así que en lugar de servirle esta “gira” para apuntalar su imagen internacional y darle oxígeno a su alicaída popularidad, solo le ha permitido palpar el rechazo que genera. Esto último, considerando que el eje Bogotá-Madrid-Miami se ha caracterizado por ser el principal frente de ataque contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.

 

“Es importante entender que toda la supuesta legitimidad de Guaidó se sostiene sobre el reconocimiento internacional, sobre tener ‘fotos de presidente. Y en el contexto de perder la presencia en la AN, estas fotos son muletas para mantenerlo en las noticias como presidente (autoproclamado de Venezuela)”, dijo a Sputnik la abogada venezolana Ana Cristina Bracho, magíster en Derecho Público y Derechos Fundamentales.

 

Así por ejemplo, en Bélgica fue abucheado y calificado de “criminal, golpista y ladrón” por ciudadanos cansados de su farsa.

 

En Francia lo dejaron solo en una conferencia, donde asistieron si acaso unas 20 personas y en su mayoría periodistas.

 

En el Foro Económico Mundial realizado en Davos (Suiza), Guaidó ofreció un discurso donde dejó ver su nula preparación en temas de políticas de Estado y en materia internacional.

 

Entretanto, en Canadá aseguró que Cuba era necesaria para la «solución» de la situación política de Venezuela, hecho que provocó profundo rechazo entre sus seguidores.

 

Desde el 29 enero de 2019, Guaidó tiene una orden de prohibición de salida del país emitida por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), por las investigaciones en su contra tras haberse autoproclamado «presidente encargado» de Venezuela.

 

(LaIguana.TV)